Como es sabido, un contrato surge del acuerdo de libre albedrío entre dos o más personas, ya sean naturales o jurídicas. A través de ella, las partes pueden vincularse a obligaciones que benefician a todos los involucrados. Y, aunque el contrato esté condicionado a la autonomía de los sujetos, la legislación brasileña establece normas genéricas y parámetros mínimos para la preservación de algunos principios fundamentales en la contratación.
Por lo tanto, el apoyo profesional es de suma importancia, ya sea antes de la celebración del contrato, en el análisis y ajuste de cada una de las cláusulas que formarán parte de esa relación, o en un momento posterior a la firma del contrato, para aclarar lo que sea necesaria en cuanto a la interpretación de lo que consta en el instrumento del contrato y la identificación de situaciones abusivas a una de las partes.
